Monday, October 26, 2009

Propaganda durante la guerra

Sería imposible no escoger un lado para apoyar durante una guerra civil. Lo mismo pasó durante la guerra civil española. Por esa razón, la mayoría de la literatura de la época no es neutra. Es propaganda contra los republicanos y comunistas o por los nacionalistas y fascistas, o viceversa. Pero lo interesante es que aunque apoyan un lado o el otro, parecen lo mismo: usan la misma retórica. Voy a analizar tres fuentes. La primera es de un testigo a los bombardeos de Madrid de su autobiografía. La segunda es un poema por un nacional publicado durante la guerra como propaganda para Franco. La tercera parece ser neutra, un reportaje de las noticias, pero como vamos a ver, es también propaganda. Leí estas tres citas para una clase de la guerra civil, pero el análisis es mi propio.
En Contraataque, Ramón Sender habla del asedio de Madrid, los bombardeos alemanes e italianos, y los contraatques por los defensores republicanos. Lo cuenta en una manera más patética que la de cualquier otra obra que he leído. En vez de hablar personas reales, hay una conversación entre la ciudad entera de Madrid y los aviones rebeldes. Entremezclados con el debate entre los dos arremetadores son relatos de los bombardeos, de los edificios y vidas destruídas. En un párrafo, relate el autor un cuento de un miliciano, recién vuelto de la frontera, quien llegó a su casa para verla destruida por una bomba y su familia muerta (Sender, 222). La conversación que tiene lugar entre las páginas era menos una disputa y más propaganda para desacreditar los métodos y las metas de un lado mientras elogiar los del otro. Los aviones nacionales dicen “[s]omos la fuerza y la fuerza se afirma sin más leyes que las propias” (217). Son pintados como ángeles de la muerte, matando a niños y mujeres en linea para comprar pan. Según Sender, los nacionalistas eran un grupo totalitario que querían matar a todas las personas que los opusieran, que traían una guerra total. Y no es totalmente por lo que dicen ambos; es también la manera en que se refiere Sender a los dos. Los nacionalistas, mejor dicho sus aviones, son llamados “La Bestia” (217), una referencia clara al diablo. A la misma vez, los aviones de la República, que hacen lo mismo, es decir, matar a su enemigo, son llamados “aviones de construcción” (227). Es pura propaganda: horrores por el enemigo son del diablo, horrores de su propio lado son heróicos.
Otra fuente que encontré es “El poema de la Bestia y el Ángel” por José María Pemán. Este poema relata una lucha metafórica de un joven nacionalista contra un carro blindado, lo que representa a los comunistas. Por supuesto, porque Pemán era fascista, es el joven que gana (329-30). Por ser poema metafórico, es difícil de entender, lleno de la retórica torcida y de referencias culturales que no entendí. Pero lo que sí entendí y que era tan interesante es que el carro es nombrado “La Bestia”, (324-30) iqual que los aviones de Sender. Antes de hablar de la pelea, Pemán habla más como un réquiem por los muertos del campo, y un lamento por la situación de una España invertebrada (311-27). Es no me suena mejor. Parece que tenía más sentido en los años 30, mientras pasó la guerra, y hoy día no vale la pena leer y releer este poema tan largo para saber lo que él está diciendo. Pero la pelea es fascinante. Es muy típico, pintado como un joven guapo y débil contra un enemigo sin cara, de hierro, negro, como el diablo. Y como siempre, como lectores debemos sentirnos por el joven, obviamente porque, iqual como casí todos las otras fuentes, es propaganda.
Más propaganda que al principio parece neutra es un reportaje por el gobierno de Franco del “terror rojo”, es decir, todos los problemas en una España republicana. La parte de este reportaje que escogí trata de los muertos de la iglesia. Durante la guerra, ocurrió repercusiones en las dos áreas del país, en las zonas rebeldes contra los repúblicanos, y en la zona comunista contra los fascistas y además la iglesia. Según este reportaje, fueron asesinados 5,255 curas y 2,669 monjas. (El dominio rojo, 195) Aunque parece que el reportaje quiere ser neutro, quiere tratar solo de los hechos históricos y dar un cuento de verdad a lo que pasó sin juzgar a cualquier lado. Pero tenemos que entender la época en que se publicó este reportaje. Se la publicó durante la dictadura de Franco. Para quedarse en poder, él tenía que hacerle al pueblo odiar a sus enemigos, es decir, a los comunistas. Por eso éste relata habla sólo de los muertos asesinados por los repúblicanos. Es verdad que murieron tantas víctimas a las manos de los fascistas, pero no aparecen en este reportaje. Sólo se la publicó para decir que los comunistas fueron una amenaza contra España tradicional, contra la iglesia, y apoyar a ellos es igual como apoyar al diablo – a él que mata a los de la iglesia.
Pero tiene sentido que usan las mismas imágenes, porque en una guerra civil los soldados y propagandistas son del mismo país, son de la misma cultura y la misma educación, y a veces de la misma familia. Un hermano apoyó a los repúblicanos, y uno a los nacionalistas. Crecieron en la misma casa, tenían la misma educación, y eso es un microcosmo para los intectuales de España. Apoyaron un lado u otro, pero cuando crearon propaganda, tenían como herramientos los mismos símbolos y la misma retórica. Durante toda la historia de España unida, una fuerza tan manifiesta ha sido siempre la iglesia católica. Si un escritor español quisiera avocar a los emociones de los españoles, tiene que invocar la iglesia. Y el enemigo más fuerte contra ella, metafóricamente, es la Bestia. Por eso, no me sorprendió que las tres fuentes que decidí usar dan al enemigo el epiteto de la Bestia. Y como he dicho, tenemos que leer cualquier artículo o novela o poema de la guerra civil teniendo muy en mente que casí todos son propaganda.



Pemán, José María, “Poema de la bestia y el ángel”, en Poesía de la guerra civil española, ed. Hernando, César de Vicente, Madrid, San Sebastian de los Reyes, 1992.
Sender, Ramón J. Contraataque. Madrid, Nuestro Pueblo, 1938.
“El dominio rojo en España: la causa general”, cuarta ed. Sin autor. Madrid, 1961.

1 comment:

  1. Me gusta tu tema y como lo desarollaste pero me gustaria aprender mas sobre el arte propaganista. Pero esto es solamente mi opinion.

    ReplyDelete